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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINTras el tortillagate y el paellagate, llega el insulto definitivo a la comida, en este caso, italiana. Parece ser que algunos chefs no aprendieron de pequeños eso de que con la comida no se juega y se pasan experimentando, o quizá es que los programas de cocina han hecho mucho daño y todo el mundo cree que puede ser cocinero.
Esta vez el responsable del destrozo culinario es, otra vez, Jamie Oliver, que, no contento con cabrear a media España con su ¿paella?, o mejor, dicho, arroz con muchas cosas, ha decidido ir ahora a por la cocina italiana.
El cocinero británico ha decidido, seguramente sin mala intención, versionar los espaguetis a la carbonara convirtiéndolos en una tarta, pero el resultado no ha gustado a los habitantes del país transalpino -ni a nadie con dos dedos de frente- y se lo han hecho saber en redes sociales, donde, básicamente, le han dicho que deje de insultar a la gastronomía italiana.
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