Sin embargo, ´Rioja´ «ha sido fiel a su estrategia y ha mantenido este estilo de vinos que tanto le diferencian», señaló el presidente del Consejo Regulador de la DOC la Rioja , Luis Alberto Lecea, quien cree que «muy poquitos vinos en el mundo pueden encontrarse en las estanterías de las tiendas con un tiempo de envejecimiento tan prolongado».

Conviene, además, con el crítico de vinos del New York Times, Eric Asimov, para quien los grandes reservas han ganado la partida a la tendencia de estilo a nivel mundial de vinos de intenso color, cargados de fruta y con mucho alcohol.

Y es que, según Lecea, «estos agradecidos y elegantes vinos han conquistado la intelectualidad de los paladares más exigentes, a través de matices difíciles de alcanzar en otros vinos». Satisfecho por estos éxitos, que cree que «están contribuyendo al reconocimiento de Rioja en el ámbito internacional», Lecea cita, como ejemplos, las distinciones recibidas por bodegas como Marqués de Riscal, Cvne, Faustino, Olarra y Marqués de Murrieta.

Pero, más allá del punto de vista cuantitativo, se percibe a ´Rioja´ como «una de las grandes denominaciones de origen históricas europeas», a la que «se respeta y admira porque es una de las que mejor ha sabido adaptarse a la evolución de los mercados y transmitir una imagen de modernidad dentro de la tradición», reconoce Lecea.

Para el presidente del Consejo Regulador , la DOC ha mantenido su estrategia de diferenciación al elaborar vinos con cualidades únicas para el envejecimiento. Así, son las categorías de reserva y gran reserva las que muestran las cualidades excepcionales del ´Rioja´ para envejecer en barrica y son, en su opinión, las que mayor prestigio está dando en los mercados internacionales.

Los reservas de la DOC alcanzan ya unas ventas anuales próximas a los 70 millones de botellas y en mercados como Estados Unidos están tenido «un crecimiento espectacular» del 50 % durante este último año.

Lecea asegura que son estos vinos tradicionales los que «justifican por qué para la mayoría de consumidores siguen siendo el paradigma del vino de calidad y ocupan un lugar de honor en la historia vinícola española».