Así lo ha destacado, en una entrevista con Efe, el presidente de Grupo Gourmets, Francisco López Canís, para quien este sector "se ha puesto las pilas para superar esta situación", como han demostrado en el XVIII Salón de Gourmets que se clausura hoy en Madrid los 1.096 productos nuevos presentados, "muestra clara del dinamismo del sector alimentario basado en la calidad del producto".

Entre ellos una tendencia que apela a la tradición como el ajobacalao envasado por una empresa de Vélez-Málaga que recupera una receta tradicional de Semana Santa, el peix sec embotado en Formentera, el preparado para elaborar caldero murciano, el asado a la leña de cabrito lechal que envasan al vacío en Canillas o la cerveza artesanal Murex de la Axarquía, ambos de Málaga.

"Hay una vuelta a los orígenes, como en la cocina. No se pueden olvidar los productos tradicionales, a los que se aplican nuevas tecnologías para obtener productos de mucha calidad, porque la gente quiere comer y beber menos pero de más calidad", añade López Canís.

Durante 28 años el Salón de Gourmets ha sido "testigo de la evolución de la gastronomía española", años en los que uno de los impulsores de este sector ha percibido "un aumento de la calidad, de la aplicación de las nuevas tecnologías y de la inversión en I+D", hasta el punto de ser uno de los sectores que "más destina" a investigación y desarrollo.

También la presentación ha progresado en forma de cuidados envases, donde el diseño juega un papel fundamental para conquistar al público primero por la vista. De hecho, son muchas las empresas que se alían con diseñadores para ofrecer modernas presentaciones.

Además, los formatos se hacen más pequeños, adaptados a una "sociedad de ´singles´, familias menos numerosas y preocupadas por una dieta saludable con cantidades más reducidas".

La comercialización, principalmente en el extranjero, es otro factor que ha mejorado, impulsado por la retracción del mercado interno. "Antes se exportaba a granel, ahora el producto se hace aquí, dándole valor añadido, y todo se queda en España", apunta López Canís.

Y es que, gracias a la "enorme y variadísima despensa" de España y a la riqueza de su cocina, el sector de la gastronomía "delicatessen" "tiene su hueco internacional y en él hay que incidir, porque hay productos muy competitivos a nivel internacional".

En su opinión, "hace falta y será decisivo que haya una unión entre instituciones y empresas privadas para salir fuera con garantías y tiene que ser una acción continua; no vale ir un año a EE.UU., hay que ir todos los años y traer a los compradores todos los años".

Por eso aquí uno de los puntos fuertes de negocio del Salón de Gourmets es el Bussiness Center, al que este año han acudido 60 compradores de Europa, América y Asia que, hasta el miércoles habían concertado 1.400 reuniones con empresas españolas. "Somos una especie de celestina", bromea López Canís.

Representantes de las empresas expositoras consultadas por Efe se han mostrado satisfechos con los contactos comerciales logrados en la mayor feria de Europa de alimentos y bebidas de alta gama, ya que incluso algunas que aún no tenían presencia en el mercado han encontrado distribución.

Por ello, el presidente de Grupo Gourmets se siente orgulloso de haber contribuido con esta feria a "impulsar el interés para todo aquello que se mueve alrededor del hecho gastronómico tanto a nivel del consumidor como del productor, siendo su punto de encuentro".

A ello se han sumado en esta edición 186 actividades como demostraciones de cocina, talleres, concursos y degustaciones, muchas de ellas dirigida a fomentar la alimentación saludable entre los niños, algo que considera "importantísimo".