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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINSon cada vez más los que, sin olvidar el consumo resonsable, se aventuran a preparar el mejor gintonic del mundo. Para evitar una mala praxis, os damos las pautas para evitar caer en los site pecados capitales de un buen gintonic.
Un mal vaso lo estropea todo
La ginebra es un destilado aromático y buena parte de su éxito reside en que pueda expandirse junto a la tónica para ofrecer sus mejores matices gustativos y aromáticos. En España hace dos décadas se usaba el vaso de tubo para los combinados. En un vaso estrecho la ginebra no es capaz de abrirse y mostrar todas sus posibilidades. Ideal para poder degustar un gintonic es la copa de balón o, en su defecto, un vaso ancho.
Mejor con cítricos
Cada ginebra está formada por botánicos diferentes que confieren sabores y aromas característicos. El enebro, la lavanda, el tomillo, el pepino... Es esencial acompañar cada tipo de ginebra con su botánico adecuado o con su fruta ideal. El objetivo es aromatizar el gintonic y para ello es fundamental liberar los aceites esenciales de los botánicos o de la fruta, que se encuentra en la cáscara. En caso de duda, siempre apostar por los cítricos. Un consejo: desliza una corteza de un limón verde bien lavado, por el borde de la copa; a continuación, doblarla suavemente sobre el hielo con la idea de perfumarlo.
El gin en su justa medida
Lo ideal sería una parte de ginebra y dos partes y media de tónica. Después, mezclar ligeramente con cucharilla de cóctel. Los bartenders modernos añaden frutas diversas; fresas, frambuesa, incluso caña de canela, y esto está siendo acogido por todo el mundo como el Spanish Gintonic. No es el clásico gintonic, pero cada vez está más de moda, como mezclar zumo de lima.
El zumo y la pulpa, para el desayuno
Durante años a algunos combinados se le añadía una chorrito de limón para potenciar su sabor y esa práctica se ha trasladado equivocadamente al gintonic. Echar limón exprimido o un trozo de fruta con pulpa elimina el carbónico de la tónica y con ello las burbujas restando fuerza al combinado.
No romper las burbujas
Otro pecado capital también tiene mucho que ver con la burbuja. En ocasiones a la hora de servir se lanza de golpe la tónica sobre la ginebra y los botánicos. Al hacerlo, el carbónico tiende a perderse y con él buena parte de su éxito que no es otro que ese sabor burbujeante. Con verter la tónica pausadamente sobre la pared del vaso es suficiente para evitar ese efecto, aunque la manera más profesional de hacerlo es usar una cucharilla mezcladora que dará vida a las burbujas y logrará el efecto deseado de unir destilado y refresco.
Nunca caliente, por favor
Aunque es recomendable que la ginebra esté fría, no es esencial. Lo que es importante es que el vaso coja frío al añadir el hielo. La clave está en que el gin se mantenga el máximo tiempo a la menor temperatura posible. Se deben dejar los cubitos en la copa al menos unos minutos y escurrir el agua sobrante antes de servir la ginebra y los botánicos.
Esencial, hielo compacto y de calidad
En ocasiones hay bebedores de gintonic que despliegan una gran parafernalia respecto a la calidad ultrapremium de la ginebra y la tónica, sublimes cáscaras de cítricos, botánicos selectos y copas de cristal fino. Pero para alcanzar la excelencia se ha de contar con un hielo de calidad, es preferible el cubito compacto y macizo, ya que mantendrá el frío durante más tiempo sin deshacerse. Imprescindible usar hielo de agua de calidad, no del grifo ya que el cloro mataría el sabor.
Nació para combatir la malaria
El clásico Gin & Tonic se inventó según una de lsa teorías en el siglo XVIII por el ejército inglés. Fue casi por accidente, cuando un soldado añadió gotas de ginebra en lugar de quinina a sus dosis diarias de agua tónica para prevenir la malaria.
La quinina se utiliza para combatir la malaria desde que la Condesa de Chinchón se curara tomando corteza de la planta cinchona. Los investigadores lograron extraer de la planta la quinina y hacer pastillas, que son las que luego las tropas mezclaban con azúcar y agua tónica.
En poco tiempo la mezcla pasó de ser una medicina preventiva a una bebida refrescante y social hasta el punto que en el año 1870 la mezcla de Indian Water Tonic con ginebra era más que conocida.
Es una bebida ligera y digestiva con múltiples combinaciones que le dan un atractivo que no tiene otros combinados. Así, ha surgido un gran surtido de Gin Tonics que combinan las frutas más exóticas y dan lugar a nuevos e inesperados sabores.
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