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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINCuando escuchamos unos meses atrás a alguien hablar por primera vez del Ghee, no sabíamos con certeza a qué se referían. Hoy está en boca de todos y en este artículo os contamos de qué se trata, ya que podría cambiar nuestra forma de cocinar.
En internet hay un montón de recetas hechas con ghee y tiene defensoras famosas como Gwyneth Paltrow que en su libro “the Wholefood Pantry” lo describe como un “superalimento”.
Es una mantequilla clarificada, en la que se ha retirado el agua, las trazas de proteínas (la caseína) y los glúcidos (lactosa) dejando solo los lípidos.
Su contenido es grasa pura. Según la base de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, por cada 100 gramos de ghee, hay... 100 gramos de grasa, de los cuales 60 son saturadas, cuatro poliinsaturadas y 0,3 colesterol. En el caso de la mantequilla normal, según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos, un 82% son grasas, un 16,9% agua y el 0,7% proteínas..
En India, la mantequilla aclarada es el más eminente de todos los alimentos. Además de utilizarse como ingrediente y como aceite para freír, es un emblema de pureza, una antigua ofrenda a los dioses, el combustible de las lámparas sagradas y de las piras funerarias.
El ghee, nació de la necesidad. La mantequilla normal se estropea en uno días sin refrigerar, mientras que la mantequilla aclarada se conserva meses. En India se utiliza para cocinar, dicen que es el secreto de un buen curry y también como cosmético, para el pelo y la piel.
El principal uso en cocina del ghee se basa en su empleo como aceite para freír alimentos, ya que aguanta altas temperaturas y dota de aroma los platos. Esto es el resultado del proceso de elaboración al que es sometido, mientras que la mantequilla tradicional se evita que se quemen los sólidos de la leche, en este se dejan hervir. Así, además de soportar mejor el calor, presenta un sabor más dulce.
– Sus ácidos grasos se mantienen estables a altas temperaturas, hasta 250º. Esto lo convierte en una muy buena opción para cocinar a altas temperaturas, porque al tener el punto de humeo tan alto no se desnaturaliza.
– Es una buena fuente de vitamina A, D, E y K2.
– Es rico en ácidos grasos saturados, pero también en ácido linoleico , saludable para el sistema cardiovascular y ácido butírico, que es antiinflamatorio y nos ayuda a mantener la salud de la microbiota intestinal.
– Contiene Antioxidantes.
– Tiene una densidad calórica muy alta, 100 g de ghee contienen 700 Kcal.
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