The Golden Phoenix Cupcake

Servido con chocolate italiano y escamas de oro de 24 quilates, este cupcake se ha convertido en el más caro del mundo con un precio desorbitado de 910 euros. Sin duda una delicada y pequeña obra maestra adornada a la perfección con polvo de oro comestible y fresas orgánicas de primera.

No puede haber lujo sin este metal tan exclusivo y una magdalena no iba a ser menos, por lo que se ha colocado en el plato de manera muy generosa y en todo tipo de presentaciones. Sin embargo, la extravagancia de este postre no ha llamado la atención de los más adinerados. Así, los propietarios del Bloomsbury's donde se vende han confesado que el 50% de las ganancias irán destinadas para los programas de apoyo del Programa Alimentario Mundial (PAM).

Glamburger

La reina de la comida rápida se une al ranking de los alimentos más ostentosos. Esta hamburguesa ha sido creada para los fieles amantes de la carne por el restaurante londinense Honky Tonk.

Esta delicatesen de unos 1.400 euros se ha elaborado con los productos más selectos e insólitos para saciar a todo aquel que no le importe rascarse el bolsillo. Langosta, sal ahumada del Himalaya, bola de queso Brie de trufa negra o el caviar de beluga son solo los condimentos que acompañan a la estrella principal de este espectáculo de sabores. Formada por 220 gramos de carne de Kobe Wagy es finalmente coronada con un pan de oro cuanto menos original.

A pesar de que suene maravilloso, los prestigiosos chefs afirman que esta creación es más bien un truco publicitario para que la gente conozca su local. Artimaña o no, a cualquiera le gustaría probarlo.

Zillion Dollar Frittata

La típica tortilla de toda la vida se ha reconvertido en un auténtico manjar solo apto para los más poderosos en el restaurante Parker Meridien de Nueva York. Esta delicia no guarda ningún parecido con la frittata tradicional italiana, porque además de los seis huevos, crema y cebollín destacan entre sus ingredientes la langosta y los 280 gramos de caviar de Sevruga con el que es coronada.

Muy apetecible y sabrosa, cualquiera estaría encantado de probar esta especialidad, si no fuera porque cuesta la friolera de 905 euros.

Buddha Jumps Over the Wall soup

La sopa de la abuela no la cambiaríamos por ninguna pero, ¿y si se trata de la más cara del mundo?

En el mejor restaurante chino de Londres, Kai Mayfair, se puede degustar por 150 euros. Su base elaborada con aleta de tiburón, abulón, flor de hongo japonés, pepino de mar, vieiras secas, pollo, jamón huan, cerdo y plantas ginseng provoca en el paladar unos fuegos artificiales de texturas y aromas imposibles de olvidar.

King of Kebabs

Elaborado con pan de pita al toque de infusión de azafrán, pimientos scotch bonnet, cordero lechal de los Pirineos, yogur de pepino, oro comestible e infusión de champán Krug (la botella puede costar más de 300 euros), así es el kebab por excelencia del prestigioso chef británico Andy Bates.

El kebab o shawarma destaca entre los comercios ambulantes de comida rápida, pero este ejemplar dista mucho de ese tipo de comida, porque como indicó el chef al diario The Sun: "Tomó mucho tiempo conseguir los mejores ingredientes posibles para asegurar que este kebab fuese el más exclusivo de todos".

Frozen Hot Chocolate

En el Serendipity 3 de Manhattan no escatimaron en gastos cuando elaboraron el helado más caro del mundo. Además de un sabor espectacular verlo no tiene desperdicio porque este refrescante postre está elaborado con una combinación de 28 tipos de cacao, cinco gramos de oro de 23 quilates comestible y las mejores trufas 'Madeline au Truffle'.

Su presentación derrocha gusto y distinción al servirlo en una copa de oro junto con una cuchara maciza decorada con gemas, pero no sin antes acompañarlo de un brazalete de oro de 18 quilates y un diamante blanco que el comensal se llevará a casa.

Suena fantástico y seguro que está de muerte, pero hay que pagar la exorbitante cifra de 22.625 euros para deleitarse con él.

Pizza Louis XIII

En Italia el joven chef Renato Viola elabora pizzas a domicilio a precio de oro, y así su sublime Louis XIII ha sido bautizada como la pizza más cara del mundo con un precio de 8.300 euros.

Según el cocinero la cifra no es excesiva si se tienen en cuenta los productos que se utilizan, y es que este plato incluye tres tipos de caviar, langosta roja, langostinos de la zona del Cilentro (sur de Italia) y cigalas. Después es aderezada con sal rosa australiana Murray River, de la que se eligen los mejores granos para otorgar un sabor especial.

El cliente puede ver cómo se prepara para degustarla al momento y acompañarla con una buena botella de champán francés para acabar la velada de la mejor forma.

Fresas Arnaud

Qué mejor para terminar una buena comilona que unas digestivas y sabrosas fresas. En el restaurante Arnaud's de Nueva Orleans, Estados Unidos, sirven esta apetecible fruta nada asequible para la mayoría.

Estas fresas llevan un aliño de oporto, especias, cítricos y helados de vainilla, pero el secreto se esconde en el diamante rosa de 0.79 quilates que acompaña al plato. Sin duda el sueño de cualquier millonaria excéntrica que pagaría sus más de 3,5 millones de euros por un postre como este.

Fuente: Eleconomista.es