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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINLos calçots son una variedad de cebolla que se cultiva en la zona de Cataluña, sobre todo en Lérida y Tarragona. Es un tipo de cebolla que se denomina tardía que se caracteriza por su tallo blanco de gran longitud. Se consumen en lo que se conocen como “calçotadas”, dónde cocinan a la brasa para comer la parte interior de las mismas, desechando la parte exterior. Se acompañan con salsa romesco, en concreto de esta versión que os detallamos a continuación, que a veces se denomina salsa salvitxada.
1 ñora (o 1 pimiento choricero)
4 tomates maduros
1 cabeza de ajo
1 vaso de aceite de oliva
150 gramos de almendras
1 rebanada de pan duro (o pan frito)
perejil [opcional]
Dejaremos 1 ñora, o un pimiento choricero, en agua durante toda la noche anterior a la elaboración, para que se ablande.
Para empezar, vamos a ir escalibando los tomates y el ajo. Esta será la base de la salsa para calçots. Para ello, cortaremos el rabo del tomate, y en el culo le haremos dos cortes en cruz. Esto facilitará que se vayan escalibando. Dejar los tomates y el ajo en el horno durante unos 30-40 minutos.
Ahora vamos a separar la pulpa de la ñora. Lo vamos a hacer con una cucharita pequeña. Iremos dejando la pulpa en el mortero. Es importante poner la ñora, porque es dulce y le da un toque muy especial a la salsa de calçots. El pimiento chorizero es amargo, y podríamos llevarnos alguna sorpresa.
Seguidamente vamos a añadir el pan frito (o pan duro) y las almendras en el mortero. Esto se debe picar durante un buen rato, hasta que quede bien trituradito.
En cuanto estén listos los tomates y los ajos, les vamos a quitar la piel y todo lo que esté quemado, y lo vamos a meter en el mortero. Añadimos "al menos" un par o tres de dientes de ajo, y también medio vaso de aceite. También podemos añadir si lo deseamos un poquito de perejil.
Ahora lo vamos a triturar todo bien, pasándolo por la minipimer, hasta que quede la salsa con la textura ideal. Para controlar la textura, ir añadiendo aceite. Debemos saber que el calçot se tiene que untar bien con la salsa. Para controlar ese puntito de picante, añadir medio diente de ajo, o también podemos añadir un poco de guindilla (que no es tan indigesto como el ajo)
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