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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINEste postre si por algo se caracteriza es por su textura. Una textura que viene determinada por las claras batidas a punto de nieve y la mezcla que se crea junto al resto de ingredientes.
3 naranjas
3 cucharadas soperas de Cointreau*
½ limón
6 huevos
80g de azúcar blanco (y 1 cucharada sopera adicional)
2 cucharadas de postre de Maizena
Una pizca de sal
125 ml de nata para montar (35%)
Lavar la piel de las naranjas y del limón con un poco de agua corriente. Poner el Cointreau en un bol y rallar la piel de las naranjas y del limón. Asegurarse de que únicamente se ralla la parte coloreada de los cítricos y no se incorpora la parte blanca, que es amarga. Hacer zumo con las naranjas y añadirlo a la mezcla.
Separar las claras de las yemas. Reservar las claras en la nevera y poner las yemas en un bol grande. Ir añadiendo el azúcar poco a poco mientras se va mezclando con unas varillas. La mezcla ha de quedar de color pálido y de una consistencia espesa, por eso hay que dedicarle tiempo a batir, unos cuatro o cinco minutos buenos.
Cuando la mezcla haya espesado, añadir la mezcla de zumos y la Maizena, y volver a mezclar hasta que quede todo bien integrado.
Verter el resultado en una cazo u olla pequeña y calentar a fuego medio, removiendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla esté caliente y espese. El resultado ha de ser el de una crema suave que cubra la cuchara ligeramente. No dejar nunca que hierva. Retirar del fuego y remover un poco más para enfriarla un poco.
Preparar un recipiente con agua y hielo en el que quepa la olla donde se ha hecho la mezcla de yemas y naranja. En un bol limpio, batir las claras con una pizca de sal a punto de nieve. Añadir la cucharada sopera de azúcar y volver a batir para integrar el azúcar y mantener el punto de nieve.
Poner la olla con la mezcla de naranja en el baño de agua y hielo. Incorporar las claras a punto de nieve, mezclando bien con movimientos envolventes y la ayuda de una espátula de silicona.
Montar la nata y mezclarla con la mousse enfriada, usando también una espátula de silicona y movimientos envolventes. Poner la mousse final en recipientes individuales, tapar con filme transparente y meter en el congelador unas horas o durante toda la noche.
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