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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINLa croquertilla es una tapa singular ya que por fuera es una croqueta y por dentro una tortilla de patatas. Como su creador indica «la croquertilla es de código abierto» por lo que anima al público y los restaurantes a prepararla y reinvertarla.
Con dos de las recetas que más entusiasmo despiertan en nuestro país (y fuera de él) son la croqueta y la tortilla de patatas. ¡Y es que sería imposible decantarse por una u otra! Algo así debió de pensar Jano Cabello, un publicista de Zaragoza que decidió combinar dos de los platos más característicos de nuestra cocina en una fusión de sabor único: nace la croquertilla.
(para 10-12 unidades)
5 patatas medianas
1 cebolla
7 huevos
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Si sabemos hacer una tortilla de patatas, ya se tiene controlado el 90% de la receta de estas croquertillas. Es una tortilla, eso sí, con algunas características especiales. Lo primero es cortar las patatas -y la cebolla, aunque es opcional, claro- en dados pequeños.
Freímos la patata en abundante aceite y a fuego suave hasta que estén hechas. Que no se nos olvide echarle un poco de sal. Eso serán unos 15 minutos, aunque lo suyo es ver que las patatas no estén duras y la cebolla también esté hecha. Mientras tanto, batimos bien los huevos con otro poco de sal, y cuando las patatas estén fritas, mezclamos y revolvemos un poco.
En vez de echarlo directamente a la sartén, vamos a dejar descansar unos minutos esta mezcla para que tenga un poco más de consistencia. Con 5 minutos será suficiente.
En una sartén con unas gotas de aceite echamos la mezcla. La buena noticia es que aquí no necesitamos ser unos expertos en hacer tortillas y darle la vuelta sin liarla, porque lo que necesitamos es un revuelto. Así que vamos removiendo mientras se empieza a cuajar el huevo, y retiramos rápido del fuego.
No queremos que se haga demasiado porque este será el relleno de nuestras croquetas, así que se trata de que quede bastante jugoso, porque luego volverá al fuego.
Dejamos que se enfríe -básicamente para no quemarnos las manos- y hacemos bolas del tamaño de una croqueta tradicional. Si la mezcla está en su punto, no tiene que chorrear el huevo, ni deshacerse, ni nada.
Listos para rebozar las croquetas. Batimos huevos y preparamos platos con harina y pan rallado, y vamos pasando las bolas primero por la harina -compactando un poco todo para que no se deshaga-, luego el huevo, y terminamos con el pan rallado.
En una sartén, cazo o freidora preparamos aceite bien caliente y abundante. Hay que freírlas de tal modo que se dore el exterior pero no se reseque más el interior, así que en cuanto veamos que cogen color, fuera.
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