2. Cocineros. Hay nombres que es imprescindible manejar en las conversaciones: a nivel nacional e internacional, las figuras consagradas; a nivel regional, como mínimo, las estrellas Michelin, los chefs con dilatada trayectoria y las figuras emergentes.

3. Ferrán Adriá. El padre y artífice de la revolución de la cocina moderna. Su nombre siempre sale a relucir y de él un buen foodie solo puede hablar maravillas.

4. Restaurantes. Un foodie mantiene en su memoria y recuerda en sus conversaciones los templos gastronómicos en los que ha disfrutado de un modo superior con la comida. Lo normal es que tenga al menos un buen número de establecimientos con estrella destacados con rotulador fluorescente y otros muchos que le gusta recomendar.

5. Sobre gustos. ¿Cuándo sales a comer, prefieres un primero, un segundo y un postre o, si entra en tus posibilidades, te decantas por un menú degustación? Si te preguntan qué tipo de cocina te agrada más: ¿tradicional o moderna?; tu respuesta más adecuada puede ser: «Solo hay dos tipos de cocina, la buena y la mala?».

6. La elección. Vas con unos amigos a cenar. ¿Te gusta elegir el sitio o prefieres que te lleven?

7. Precio. ¿Estás dispuesto a pagar más de 60 euros por una comida especial? ¿Hasta dónde se puede pagar por un almuerzo excepcional? El límite lo pone tu bolsillo, pero si no hubiera problema...

8. Viajar. Has oído hablar muy bien de un restaurante o de un cocinero. ¿Estás dispuesto a viajar más de 200 kilómetros para comer en ese establecimiento?

9. Diálogo. Has acabado de comer y el chef o la cocinera pasan por las mesas para preguntar la opinión de los comensales. ¿Te limitas a una respuesta breve? ¿Entras en conversación con el profesional que ha elaborado tu comida? ¿Le preguntas por detalles o ingredientes de algún plato? ¿Te muestras moderadamente crítico?

10. Vino. Esta bebida está rodeada de un protocolo y de un ritual absolutamente particular. A la hora de escoger un caldo en la carta hay quien se fija antes en la ´columna de la derecha´ -los precios- que en las referencias, las uvas, las denominaciones o las añadas. ¿Tienes unos vinos favoritos? ¿Pides siempre lo mismo o te gusta cambiar de zonas geográficas? ¿Te dejas aconsejar por el sumiller? ¿Hasta cuánto se puede pagar por un vino?

11. La cata. Seguimos con los vinos. ¿Te atreves con una cata sencilla? ¿Diferenciarías un Rioja de un Ribera?

12. Quesos. Te presentan una tabla de quesos en la mesa. ¿Te lanzas a su degustación o antes preguntas al camarero sobre la procedencia, nombre y composición de cada uno de ellos? ¿Por cuál comienzas? ¿Tienes en cuenta los quesos a la hora de elegir el vino?

13. Postre. ¿Dejas siempre un poco de ´hueco´ para el postre? ¿Apuestas por los postres más clásicos o te gusta la pastelería creativa? ¿Crees que es una buena idea la de compartir varios postres al centro?

14. Café. Un mal café puede ´arruinar´ una buena comida. ¿Preguntas si hay carta de cafés? ¿Te fijas en la marca y en la procedencia del grano? ¿Sólo o con leche? Para el día a día, ¿tienes tu cafetería favorita porque sabes que allí preparan un buen café?

15. Nuevos sabores y texturas. Ahora que está tan de moda la cocina japonesa, ¿te atreves con el pescado crudo, tipo sushi? ¿Frecuentas restaurantes internacionales, además de los más comunes de cocina italiana?

16. Brunch. ¿Sabes qué significa este concepto? Un domingo por la mañana, te levantas tarde y juntas el desayuno (breakfast) con el almuerzo (lunch). ¿Te gusta la fórmula? ¿Practicas brunch?

17. Programas de la televisión. Ahora que tanto ha crecido la presencia de la cocina en la parrilla de las cadenas españolas, ¿has seguido Máster Chef, Top Chef, Pesadilla en la cocina, Deja un sitio para el postre...? ¿Sintonizas a menudo Canal Cocina? ¿Tomas nota de recetas? ¿Qué opinas de Alberto Chicote?

18. Entre los fogones. Muchos aficionados a la buena mesa comparten pasión por la cocina y les gusta ´experimentar´, hacer recetas que han visto publicadas, sorprender a familiares y amigos. Así que ¿te enfundas el delantal a diario, los fines de semana o nunca?

19. La compra. Dicen los más entendidos que para ser un buen ´cocinillas´ debe gustarte hacer la compra y que una de las visitas más recurrentes es a mercados de abastos. ¿Miras los precios o también las etiquetas? ¿Llevas una lista de la compra o te dejas llevar por la intuición o por la pasión?

20. Tiendas delicatessen. Este es un punto de encuentro para los gourmets que se pueden permitir pagar un poco más por algo más exclusivo. Aquí se encuentran productos diferentes, difíciles de ver en el lineal de un supermercado convencional y, en numerosas ocasiones son de procedencia internacional. ¿Tienes una tienda de ´culto´ y mantienes conversaciones con su responsable sobre el tema? ¿Eres un cliente habitual?

21. Cervezas. Ahora emergen referencias de pequeñas producciones de cervezas artesanas. ¿Has probado alguna? ¿Te convencen? ¿Tienes tus favoritas?

22. Maridajes. Cuando vas a comer, ¿cuidas la elección de la bebida en función de lo que se va a tomar?

23. Sello de calidad. Un foodie debe valorar los productos que tengan un sello de calidad del tipo ´Denominación de Origen Protegida´, ´Indicación Geográfica Protegida´ o, en el caso de Cantabria, ´Calidad Controlada´. ¿Te fijas en las cartas de los restaurantes si hay referencias a este tipo de productos con un valor añadido por su calidad?

24. Aceite. Desde este año los establecimientos de hostelería no pueden tener aceiteras rellenables. ¿Qué te parece la medida? ¿Conoces algunas marcas de confianza de aceites gourmet?

25. elBulli. Considerado el mejor restaurante del mundo hasta que cerró, siempre ha estado en el ´ojo del huracán´ y ha sido fruto de controversias sobre la sofisticación de su comida, las cantidades, los ingredientes o las técnicas utilizadas. ¿Has criticado en alguna ocasión la cocina de elBulli sin haberla probado?

Hasta aquí, 25 temas a los que un foodie sabrá responder correctamente, que le permitirán sobresalir entre sus amigos...; pero. al mismo tiempo, de aquí se pueden obtener algunos trucos para ayudar a pasar desapercibida la falta alarmante de comportamientos ´gourmets´.

Texto fuente: JOSÉ LUIS PÉREZ