Ingredientes:

4 truchas frescas (limpias y desescamadas)
4 dientes de ajo, picados finamente
1/4 taza de perejil fresco, picado
1/2 taza de caldo de pescado (o caldo de verduras)
1/4 taza de vino blanco seco
2 cucharadas de aceite de oliva
1 limón (jugo)
Sal y pimienta al gusto
Harina (para enharinar las truchas)
Rodajas de limón y perejil fresco para decorar (opcional)

Preparación:

Lava bien las truchas bajo agua corriente y sécalas con papel de cocina. Espolvoréalas con sal y pimienta tanto por fuera como por dentro.

Enharina ligeramente las truchas, sacudiendo el exceso de harina.

En una sartén grande a fuego medio, añade el aceite de oliva y caliéntalo.

Coloca las truchas en la sartén caliente y cocina durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. Retira las truchas de la sartén y colócalas en un plato.

En la misma sartén, agrega el ajo picado y sofríelo durante unos 30 segundos o hasta que esté fragante. No dejes que se queme.

Agrega el vino blanco a la sartén y deja que hierva durante 1-2 minutos, permitiendo que el alcohol se evapore.

Luego, agrega el caldo de pescado (o caldo de verduras) y el jugo de limón. Revuelve bien y deja cocinar por unos 2-3 minutos para que la salsa se reduzca ligeramente.

Regresa las truchas a la sartén con la salsa y cocínalas por unos 2 minutos más, permitiendo que se impregnen con los sabores del ajo y la salsa.

Espolvorea el perejil picado sobre las truchas y la salsa, y cocina por otro minuto.

Sirve las truchas al ajillo calientes, acompañadas de rodajas de limón y perejil fresco para decorar, si lo deseas.