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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINLos habitantes de las Islas Baleares son los amantes por excelencia de la sobrasada. Es un embutido indispensable en la mayoría de los hogares. Por eso, tienen las mejores técnicas para elaborarla y unas recetas de rechupete.
Una comida tan simple como una rebanada de pan con sobrasada, es capaz de hacer feliz al mallorquín más enfadado del mundo.
Lo mismo se puede decir de los menorquines y los habitantes de las Pitiusas que tienen la sobrasada como embutido emblema de su tierra, aunque no es el único que se hace. La elaboración de la sobrasada está ligada a la matanza del cerdo, normalmente para San Martín, en el mes de noviembre.
Es un embutido crudo hecho con carne magra y tocino troceado, que se mezcla con sal, pimienta y pimentón. Todos estos ingredientes se meten dentro de la tripa del animal y se dejan curar.
Se sabe que ya en el siglo XVI la sobrasada era un producto habitual de las despensas mallorquinas y, al parecer, el primer documento escrito en el que se menciona este embutido tan tradicional es una carta de 1403 en la que el rey Martín I de Aragón solicita unas sobrasadas.
No obstante, por aquel entonces no se parecía en nada al producto que conocemos hoy. Más bien consistía en carne cruda mezclada con grasa del cerdo y sal, que se ponía a secar antes de comerla.
Con el descubrimiento de las Américas y la llegada a Europa del pimiento rojo, hacia el siglo XVIII el embutido balear se transformó por completo. Los habitantes de las islas se dieron cuenta de que, al tostarlo, no solo le daba un color rojizo muy vistoso a la mezcla, también la protegía gracias a sus capacidades antioxidantes que evitan el enranciamiento de la grasa.
No obstante, este no es el único embutido, ni el único tipo de sobrasada, que se elabora en las Islas Baleares durante la matanza. Estos son los más populares:
Longaniza (o sobrasada tierna): se suele usar para tostar. Es larga y fina, y pesa entre 200 y 300 gramos.
Rizada: suele ser la más habitual en las tiendas. Pesa aproximadamente 800 gramos y tiene una curación de 6 a 12 semanas. También existe la variedad “semi rizada”, que es igual que la rizada pero más pequeña, ya que suele estar alrededor de los 400 gramos.
Poltrú: se parece mucho a la sobrasada rizada, pero es más grande. De hecho, puede pesar entre 2 y 4 kilos.
Bufeta: es la más redonda, ya que tiene forma de bolla y pesa entre 1 kilo y 1 kilo y medio.
Bisbe: es la sobrasada más grande y espectacular. Se usa el vientre del animal y puede pesar entre 4 y 30 kilos.
Culana: se usa el intestino grueso del cerdo, de manera que queda una sobrasada grande y alargada, que puede llegar a pesar entre 2 y 3 kilos.
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